Hay días en los que estoy tan ocupada, con tantas cosas para hacer que parece que nunca voy a terminar. Curiosamente esos días me da la sensación de que no me pasa nada, bueno no sé si no me pasa nada es la descripción correcta, más bien sería nada interesante, divertido o curioso. Estoy tan metida en la enorme y larguisima lista de things-to-do que me da la impresión de que no estoy viviendo mi vida. Es como si viviera la vida de la lista, se vuelve tan importante el terminar todo a tiempo, que yo paso a un segundo plano.
La falta de tiempo o los deadlines me tienen a maltraer en estas fechas, y todo parece que empieza la próxima semana, despues de un letargo de días sin nada, de golpe todo se junta.
Pero insisto lo que se junta me hace sentir que no vivo, que mi vida queda a un lado y las obligaciones se apoderan de mi.
Por eso me hice este hueco para escribir aunque sea sobre esta sensación. Para que al menos un momento se me haga vida verdadera, de cosas que puedo disfrutar, de vida que me pertenece y la domino.
Quizás algún día consiga que las obligaciones dejen de vivir mi vida por mi y permitan que me pase algo, pero no en el mal sentido, sino que me pasen cosas, que viva, que tenga anecdotas.
Será cuestión de intentarlo, como intenté sacarme este momentito de libertad.
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